lunes, 9 de febrero de 2015

Las mamás treintañeras y el sexo...


No sé si lo que estoy por escribir es absurdo, una babosada  o equivocado, pero me late que es cierto para muchas mamás.

A los 35 años o más, después de tener hijos y por lo menos hasta que llegan a los 5 años,  la vida pasional e intensa entre las parejas decae lentamente hasta llegar al fondo del Pantano de Vargas!.

Empezamos a sentir al novio/esposo como el mejor amigo de todos los tiempos, el súper parcero, co-equipero que se acuesta ahí al lado derecho de la cama, igual de cansado a uno, con cara de huérfano y que por arte de magia ahora no te toca ni una rodilla (gracias al cielo!). Nos encanta tomarle fotos en actividades ñoñas, taggearlas, darle gracias por su existencia y adularlo, pero nunca  por un buen polvo!.

Él y usted, parecen una carrera de relevos constante, todo es mecánico y rápido, se empiezan a entender sólo con miradas, se asignan roles inamovibles. La vida sabe a tetero, a Princesa Sofia o a Gallina Pintadita. Si se intenta algo atrevido el bebé se despierta y si ya camina puede aparecerse en el cuarto como ánima bendita.

Los sábados empiezan muy temprano, entonces si aprovechas para tomarte unos vinos y lanzarte a ser sexy como a los 20, tipo 11:00 p.m. el sueño ya te apaga el ojo y acaba batería erótica, y en el fondo, muy patéticamente piensas: ¨buenísimo, mañana ejercicio de domingo y brunch en el parque! yeiii¨. 

Es casi literal, los primeros años de maternidad son un infarto para tu amiga de abajo!, ser mamá, prende todos los motores posibles de actividad multi-tarea pero relativos al cuidado, a la exageración, a la limpieza y a lo correcto, pero acribilla la líbido, la masacra y entierra; salvo que lleves un espiritu cachondo desde hace muchas vidas!!!

Podemos trabajar 8 horas, llegar a la casa, darle comida al niño, bañarlo, leerle un cuento, lavar el vaso pitillo, hacerle el milo, ponerle pijama y dormirlo en 2 horas, pero a ver si podemos besar, morder, desvestir, ponerle condón, abusar y dormir al marido en el mismo tiempo, noooooooooo!!! no podemos!!!. Quitándonos los calzones ya nos agotamos!.

Los paseos ya no tienen ese toque aventurero, sensual y de desprendimiento que unen mágicamente a la pareja. Todo lo contrario, son como un trasteo que dura 15 días en el que el regreso es lo más feliz, al menos para no cargar más el berraco cochecito que pesa toneladas. Entre el sol, el niño con la cola repleta de arena, el bloqueador, el niño con la cola llena de arena y bloqueador, la nadada con flotador, la sal del mar en los ojos del chino y adentro de su barriga, la organizadera de palas, valdes, rastrillos y y vasos desechables; la jugada con botellas de plástico en la piscina, la terquedad para almorzar, la insolada del marido y la intoxicada propia... lejos de que al pobre hombre se le manifieste el señor capitán, estaremos hundidos en una historía detestable tipo Dago García, en la que el principal enemigo es el calor que ablanda cualquier ilusión de buen sexo.

Mientras la amiga diva hermosa como la Enana, compra tiquetes para Oriente, con su depilado y bronceado impecables, ondas de verano en el pelo, sandalias Louis Voitton, vestidito after pool Prada y esposo sin ojeras vigoroso; nuestro pareo hace parte del castillo de amasijos de agua, tierra, comida y mocos piscineros del niño, que en nada te hace lucir más provocativa para tu chico.

Uno sabe perfectamente que debe tirar más, uno es consciente de la carencia, pero como en la administración del Polo Democrático, el tema es que no se encuentra la energía suficiente para hacer las cosas bien; y cuando por fin hay ánimo querendón loco, se sale todo de proporción, exigimos tanto al compañero que viene de una temporada en la banca, que lo presionamos al mal desempeño y la lesión, o, en su defecto, si se pone con mucho preámbulo, uno al momento en que llega al cuello ya está foqueado.

Se nos olvida comprar ropa interior linda, se nos olvida reservar en un restaurante sólo para dos, no nos tomamos tiempo para innovar ni para sorprender. Pasan más meses para hacernos las raíces, hablamos más de trabajo y de lo que les pasa o necesitan los niños; comentamos los noticieros, vamos más a cine, jamás volvimos a un motel, nos emocionan las historias de amor de las amigas, le pegamos todas las noches a la camándula y la novena, vemos más TV, nos preocupan más las tareas que los orgasmos y de pronto... nos enteramos que puede llegar al peligro nuestra relación de pareja.

Nos desconectamos de nuestras bubbies y nuestra BFF y las discriminamos dentro de la burbuja mágica obsesiva de la familia feliz, olvidando que sin un muy buen performance  esa familia no habría sido posible y que debemos volver a lo original e importante: a pecar con ganas!.

Por eso... queridas mamás, las invito a reconciliarse con sus hormonas, a saludar a su entrepierna, a reconocer que les gusta algo más atrevido que el nuevo porno play de ¨50 shades of Gray¨, a toquetear al señor apenes llegue de la oficina, a dejar tanta rezadera, a quemar los cucos de más de 2 años, a no trotar tanta media maratón y tirar maratón y media!!!. Las invito a dejar la pereza sexual y la sobre reacción maternal al mundo.

Las invito a reconectarse con sus puchecas y sus nalgas y a salir a creerse una Madonna en sus mejores años!!!!. Hágale sin susto que ya el chico no se le va a ir pero depronto si a emocionar!!!!!!!!!!!!!!