YO SOY CAPAZ DE: NO SER UNA MAMÁ TAN TONTA!

Alguna vez creí que la competencia entre los seres humanos era sana, pero hoy a los 34 años creo que no!, a lo mejor de 50 piense diferente.

He notado con algo de angustia que los papás muy cool de ahora, somos la mata de la competencia, no sólo entre nosotros, sino también respecto de nuestros hijos y eso, reflexionando pendejadas, me parece muy tonto!.

Desde que quedé embarazada mi panza era comparada con mil otras, por que se me preguntaba cuánto había aumentado de peso y qué porporción era de agua, a qué curso de yoga pre-natal iba, si me había hecho ecografía 5D, que tipo de cámaras de seguridad led y wi-fi tendría, cuándo viajaba por las cosas de la niña a Miami, cuántas horas de Mozart le ponía a la barriga , en qué clínica iba a nacer, dónde congelaría sus células y qué tal nos sentaba el coaching para papás primerizos.

Ya al mes, la competencia mutó, pero seguía intensa. A qué Gymboree vas?, cuál es tu sistema de congelamiento de leche materna?, cómo te ha salido el calentador de pañitos húmedos?, cuanto te cobra la nana? habla inglés?, ya le compraste el Global Education?  y qué funciones cumple tu cochecito?.

Al año y medio, la vaina seguía pero más institucional por que empezaba con preguntas como: qué curso de natación escogiste?, te aceptaron en el patiti tati tikú?, que tal el calor en Disney? , le lees en francés para que se vaya acostumbrando al idioma? y qué nutricionista veggie te diseñó su dieta?.

A hoy, me quiero matar!, esta mierda apenas empieza y en la etapa  de 2 años que tiene Miranda, la cosa es de Colegios!. Qué tipo de aprendizaje desearías? internacional? bilingue? trilingue? nuclear? de programación neurolinguistica?, etc. Esto de la mano con la pregunta obligada de destrezas: Ya suma y resta?, escribe su nombre con ambas manos?, sabe pedir un taxi con el Ipad? es capaz de identificar ella misma que las papas de paquete son basura? y algo como, en qué grado maneja la frustración y cómo es su comunicación visual con semejantes?

Y entonces me doy cuenta hoy que me he dejado llevar de todas esas maricadas de alguna manera, pero que talvez Miranda no habla bien todavía  por que en cada cosa, me han faltado 5 centavos pa´l peso!!! eso es una gran cagada y mucho peor!.

No fui a yoga pre-natal y nisiquiera a cursos psicoprofilácticos por que pensé que el spinning era más divertido y leyendo las diapositivas que mi amiga Carolina Rivas me mandaba era suficiente. No me hice ecografía de dimensiones más elevadas a la normal por que ver una carita aplastada, medio deforme y color café, restaba la magia. No tuve cámaras de seguridad por que los monitores ochenteros que nos regalaron me permitían oír perfectamente hasta los agruras de la niña, no congelamos ombligos ni nada, por que preferimos ser positivos y pensar que ella no tendrá esa necesidad. Nunca la llevé a Gymboree por que un día de estimulación para ella equivalía a una lesión de columna y un mes de reposo para mi, su nana era de Bogotá y la de ahora de Barranquilla y si acaso hablan bien español; come de todo incluyendo menudencias y coliflor, entró al jardín de cerca de la casa, sólo ve Peppa Pig y comerciales en el Ipad; se engulle papas fritas si la dejo y creo que la opción de entrar al Italiano es BIEN baja por que llegué 35 minutos tarde a dejar los papeles de admisión y no me los aceptaron. Osea que, he hecho de mi hija una perdedora en estándares actuales talvéz por mi ineptitud, pero un modelo de lo que fuimos hace 30 años y que no me parece tan mal!.

Yo no recuerdo que mis papás me hubieran calentado los pañitos para limpiarme el rabo, que le apostaran a Mozart para mi inteligencia (más bien a mi actitud con ABBA y Piero),  mucho menos que hubieran trabajado con terapeutas mi sentido de frustración... mi papá era de los lobos que se quitaban el cinturón y decían que ese era el psicológo!. En mi casa se hacía lo que mi mamá decía por que ella lo decía y muy a los 4 años jugaba con mis primos entre canciones de Julio Jaramillo, humo de cigarrillo y cunchos de aguardiente que en fiestas de la casa iban dejando en las mesas y que uno creía muy divertido tomarse a escondidas aunque le sabían a popó!.

Todos éramos perfectamente normales apesar de las rarezas e irresponsabilidades de los adultos, algunos con botas ortopédicas, otros con gafas y los mejorcitos, veloces y con rebook pump. No existía nada parecido a un Ipad y la diversión como a los 8 era grabar episodios de ¨Fuera de este Mundo ¨, ¨Telesemana¨, ¨ALF¨ o ¨Mi Pequeña Maravilla¨ en Betamax o a los Toreros Muertos directamente de la emisora, 88.9 fm para ser más exacta, en un casette al que se le colaba siempre un poquito de los anuncios publicitarios o de los saludos de Don Fulgencio y Carlotica.

Nunca sentí que mis papás compitieran con mis tios o amigos por ser los ejecutivos del año o por tener al niño prodigio, todo lo contrario se reconocía que Jarayes era el duro y todos los demás chinos, nos manteniamos en el promedio. Nunca vi que tuvieran que alardear o sentirse menos por no cumplir una lista de requisitos de vida para su familia, creo que simplemente no le paraban bolas a tanta bobada, aunque he de decir que mi mamá también algo loba, fue capaz de enmarcar mis izadas de bandera, incluyendo las de compañerismo!!! ojo, ineficiente ahora pero inteligente en la niñez!

Las mamás salían con 3 chinos en taxi y entaconadas, y ahora nosotras necesitamos nana con uniforme pulcro que nos acompañe a cualquier mandado, pero eso lejos de restarnos puntos como que nos da estatus. La dueña del jardín de Miranda alega que debemos ser muy cautos a la hora de elegir colegio grande para no juntar los nenes con hijos de esmeralderos y los papás asistentes empiezan a planear sus atentados para llegar más rápido en la fila de admisiones del Andino!. Nadie se pregunta cómo será aprender Alemán a los 38 para poder hacer las tareas con los niños, ni tampoco si Los Nogales tiene verdaderas coincidencias con su forma de pensar, el todo es ganar cupo en el colegio más TOP!, No en el mejor por ser el mejor, sino en el de reconocimiento por que acá en Colombia todavía deliramos por ser amigos de político y publicamos las compras de apartamento y carro en FB!. Yo apuesto que si en la entrevista hicieran pop quiz sobre los manuales de convivencia de los colegios, casi todos nos rajariamos, y que la mayoría leyendo el formulario de inscripción del Francés no entendemos ni un culé!!!!!!!

Nos matamos por acceder a educación europea y se nos olvida que en Europa nadie compite por que el Colegio se asigna y punto.

Los hijos se volvieron trofeos y el reconocimiento laboral se volvió el elemento reivindicador de nuestros logros. No somos quienes somos sólo por nuestra esencia y valores sino por nuestros amigos , nuestras gafas de sol, los viajes que hacemos, la cartera que tenemos o por los resultados en las entrevistas escolares. Ser mamá de tiempo completo nos parece una tragedia y hasta creemos que hasta brutica es.

Cada vez que nos encontramos con un viejo amigo, casi que sistemáticamente nos pregunta:

1. Dónde estás trabajando?= a quién le has ganado y si eres mejor que él.
2. Dónde estudian tus hijos?= son más pilos que los de él o tienes una buena palanca, y
3. Cuándo salimos a comer?= osea nunca por que acuadrar una cita ahora es más dificil que ir al médico en el Sisben y en realidad no le mata salir contigo sólo chismear si estás bien o él está mejor.

Atrás quedó la tranquilidad de aceptar que hay muchos mejores profesionales y niños sagaces que los propios y que uno. Qué es más agradable preguntar por la familia de quién fue nuestro amigo que preguntar por su record de éxitos; que nuestros chiquitos no eligen las metas que les imponemos y a lo mejor las odian; que llevarlos a Disney World al año es una paseo para uno y no para ellos que ni se van a acordar y no distinguen ni los colores menos a Guffy, que ser muy del putas no es ganarse 20 palos al mes o salir en la revista Dinero y que si morimos mañana, lo que recordarán los hijos, de seguro no serán los gustos  o cursos en los que los chantamos, sino el amor verdadero que les hayamos dado, así suene a canción barata.

Yo recuerdo que mi mamá en su esperanza loca, me metió al Ballet de Sonia Osorio para aprender a bailar ballet y ser una linda princesa, pero en mi gordura, el tutú no era atractivo, me dolía ir a clase por que adolecía de rodillas juntas y el espacio de folclor con taconcillos me mataba el pie plano. Creo que de ahí vienen mis juanetes y lejos de creer que mi mamá es una nota por querer darme ilustres clases de Ballet, creo que ella es INSUPERABLE por haberme amado siempre más que a ella misma!!!!!.